La cebolla contiene ciertos compuestos de azufre, y al ser cortados, en las células de dicho vegetal se lleva acabo una reacción química, la cual consiste en que los compuestos con azufre reaccionen con la humedad de los ojos dando como resultado ácido sulfúrico, que produce una irritación. Al suceder esto, los nervios ópticos al ser muy sensibles, detectan rápido esa sensación. Así el cerebro manda señales a los conductos lacrimales de los ojos para que produzcan lágrimas, ya que diluyen el ácido, actuando como un gran mecanismo de defensa.
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